viernes, 20 de abril de 2012

Amargo

Como el limón.
Oculto entre miles de facetas, indescifrable. Fuerte, mucho más de lo que se espera de él.
Una sombra, que anda junto a mí, que me sigue, noche y día. Que se clava en lo más profundo de mi ser, que me hace dudar, que me impregna.
Adictivo, siempre deja ese sabor en mí, ese sabor amargo. Lo necesito.
Mezcla de sensaciones diferentes.
Dureza al hablar, dulzura cuando mira. Sonrisas de medio lado y gesto melancólico, como si deseara algo más de lo que tiene.
Intento fallido de crear una imagen falsa de sí mismo, una imagen de continua indiferencia, que se rompe en cuanto me cruzo con sus ojos y su mundo y el mío se estremecen. A la vez, juntos. Frente a frente.
Dolor, demasiado. Cuando da una de cal y otra de arena, cuando no quiere querer.
Puñales de veneno letal, las palabras. Frases hechas, frases secas, que no me dicen nada y a la vez todo. Se resiste a dejarse ver tal y como es. Por mucho que lo intente, por mucho que se esfuerce, yo ya lo sé.
Conmigo ya no le sirve esa faceta que desea aparentar, lo siento. Yo ya he tocado en lo mas profundo de su ser, ya lo conozco lo suficiente. Lo bastante como para saber que le duele, que le afecta lo más mínimo, que presta especial atención a lo que se le diga, que siente las cosas, que abre todos los poros de su piel cuando lo necesito, que tiene una esencia especial, que me envuelve en si mismo que me lleva tras él, que me busca, que lo busco.
Detalles, que lo delatan, que lo hacen resaltar sobre el resto.
Cuando me persigue con la mirada, cuando me hace sonreír, cuando me arrastra consigo. Cuando le da igual lo que pase fuera, si yo estoy dentro con él.
Cuando se para en seco, para fijarse en los pequeños gestos y palabras que hago y digo. Cuando tiende la mano sin importar quien se agarre a ella.
Cuando ve cosas que nadie más ve.
Anda con decisión, seguro de su final. Parece no dudar. Y yo tampoco lo hago, porque confío en él, confío en su sabor amargo.

Dann

lunes, 9 de abril de 2012

Y me quedé con ganas de más.

De más miradas, de más sonrisas, de más momentos juntos.
Despertarme con ese vacío en el pecho, con mi memoria dando vueltas como una loca, recapitulando cada segundo que compartimos.
Se desvaneció el tiempo, rápido, voló entre nosotros. Paseos, caricias y palabras que ahora ya no me encajan.
Dejaste un buen sabor de boca en mí, demasiado bueno.
Maldito seas, ¿no te das cuenta de que ahora ya no puedo existir sin esos recuerdos?
Los necesito, son parte de mí, van tatuados en mi piel, en cada poro.
No dejan de estallar en mi cabeza, uno tras otro, creando un barullo, del que tú y solamente tú, eres el culpable.
No me siento orgullosa, he caído, y te recuerdo, querido, que yo nunca caigo, pero no sé que pasa contigo. No sé que me has hecho, pero me he resbalado poco a poco, con tu ayuda, hacia un paraíso inmenso al que no sé llegar sin ti.
Del cual me sacaste de un momento a otro.
Y llámame egoista, pero me quedé con ganas de más.

Dann

viernes, 6 de abril de 2012

Inexplicable.

Me mira esperando una respuesta árida o que me levante del asiento y salga del coche a toda velocidad, pero no lo hago. No tengo el más mínimo interés en dejar que se vaya. Hoy no. No pienso dejar que me ganen los impulsos, hoy es un día distinto, hoy es nuestro día.
Simplemente me apetece quedarme aquí, mirándole.
¿Qué se supone que tiene?
Ni siquiera yo lo sé.
Encojo las rodillas y las pongo sobre el asiento, las rodeo con mis brazos y apoyo la cabeza sobre ellas sin dejar de mirarle.
Ojos oscuros, rajados y con la habilidad de dejar completamente sin palabras a todo aquel que los mire.
Es gracioso, me mira de reojo y finge seguir conduciendo con tranquilidad.
Sus manos, grandes, agarra el volante seguro de su destino.
Me regala una sonrisa de medio lado.
-¿Estás bien?
Asiento sin decir ni una sola palabra.
Continúa relajado.
No lo imaginaba, jamás, ni siquiera lo sospechaba. Verme aquí, sentada a su lado, sin poder decir ni una palabra.
Es demasiado tiempo esperando a algo que nunca llegaría, sin embargo está él.
Él en estado puro, sincero, tal cual yo quería, tal cual es.

Resulta ser algo inexplicable.




Dann