martes, 31 de enero de 2012

Héroe

No tiene ni capas de colores llamativos, ni coches súper lujosos que corren a la velocidad de la luz, tampoco puede subir por las paredes como una araña, no tiene la piel de color verde y unos músculos que acaban por romperle todas sus camisas, no es de hierro, ni corre súper rápido, tampoco es capaz de hacerse invisible, ni tiene un escudo que nadie puede romper, no tiene una fuerza sobrenatural.
No tiene nada de eso, pero tampoco lo necesita. 
Sencillamente, porque no le gusta destacar, porque los superaría a todos con el chasquido de los dedos.
Es la persona que más veces me ha salvado cuando he estado en peligro, y lo ha hecho sin pedir nada a cambio. Está ahí cuando más lo necesito, que suele ser la mayoría del tiempo.
Lo admiro de forma sobrehumana, por miles, millones de motivos, tengo mil razones para hacerlo. 
Es valiente, siempre lo ha sido, se enfrenta día a día a la vida, a la realidad y siempre con una sonrisa. 
Es generoso, ya sea con su familia o con los demás, daría su vida por la gente a la que quiere. 
Es una ángel, que vela por mí. Ha estado conmigo siempre, dejándome libertad para equivocarme y ayudándome a aprender de los errores. 
Es mi apoyo, mi fuerza de voluntad, es mi héroe.

















Pero ante todo, es mi padre.
Te quiero.




Dann












lunes, 30 de enero de 2012

Zurda

Hoy me he levantado con el pie derecho, y quizá parecía un día cualquiera, en la vida de cualquier persona. Pero no, hoy me he dado por fin cuenta de que no soy cómo ellos. No soy cómo la mayoría.
Camino despacio pensando en lo poco en lo que nos parecemos, en lo distintos que somos... Y he encontrado el motivo por el que yo no encajo en este mundo, y es que, está hecho para los diestros.
No para mí.
De hecho, está comprobado, cuando he llegado esta mañana temprano a clase y he buscado por toda la sala una silla con paleta para zurdos, me he dado cuenta de que solo había dos... Ambas ocupadas. Así que, como es de costumbre, me he sentado en una para diestros, que de esas hay muchas. No sé si soy yo la que escribe raro, o los demás, pero el resultado final ha sido un dolor de espaldas, en músculos de los cuales no sabía su existencia.
Sí, puede parecer hasta gracioso, pero... Aún recuerdo lo mal que lo llegaba a pasar cuando era pequeña, sí, las tijeras estas de colores, muy monas, en rojo, amarillo... Bien, pues yo quería cogerlas igual de bien que el resto de compañeros de clase, pero sin embargo ellos tenían la "ventaja" de ser diestros, y sus notas siempre eran más altas que las mías, porque ellos recortaban por la línea, y yo no. El motivo está más que claro...
Aunque pensándolo bien, creo que solo unos pocos tenemos la suerte de ser zurdos, es una auténtica ironía, pero, es ahora cuando por fin valoro su significado, miles de veces he buscado motivos por los cuales me tocaba a mí ser la distinta, la que no encajaba en ninguna parte, aquella que amaba todo lo que los demás detestaban, la que acostumbraba a ignorar cuando los demás la ignoraban a ella, la que no necesitaba a nada ni a nadie que no fuese sí misma.
Hoy he encontrado el motivo, y es que vivo en un mundo que no está hecho del todo a mis medidas, he intentado a lo largo de mi vida ser como un camaleón y adaptarme al resto, sin embargo, no puedo.
 Ahora cuando me pregunten el porqué, responderé:




Simplemente, soy zurda.








Dann

sábado, 28 de enero de 2012

Madrugada manchada de ilusión

Sentada al final de la penumbra, aquel sillón que me acompaña a cada momento, la ventana justo al lado de mí, miraría a través de ella si no fuera por lo que hay tras ese cristal manchado de gotas de lluvia.
La tormenta ha pasado, se ha ido. Ella también me ha abandonado. Pero no me importa o por lo menos de eso intento estar segura.
Me falta aire para respirar e ilusión para percatarme del pequeño ser que me observa desde la casa de enfrente. Estoy tan sumida en mi subconsciente, que mis ojos lo ven pero yo no.
Muevo mis pies hacia delante y atrás, intentando que la sangre me active.
Al otro lado,  abandonado se encuentra mi mejor amigo, compañero de momentos de agonía, desesperación, melancolía, felicidad, añoranza...  Mi piano. Prácticamente lleno de polvo por la falta de uso. Pero aún así, soy capaz, aún, de sentir en mis dedos la majestuosidad de sus teclas frías en una tarde de invierno como esta.
Lo miro con compasión, viejo amigo.
Entonces algo se enciende en mi, recuerdo tus manos sobre las mías enseñando como colocarlas y darles forma y ritmo a cada una de aquellas notas perdidas hoy en el olvido.
Vuelvo impulsivamente la cara hacia la ventana, por tal de no tener que refugiarme en ti, ni en esos recuerdos. No quiero ver en lo que ha acabado todo, simplemente no puedo.
Observo la carretera vacía,  a estas altas horas de la madrugada, no es de extrañar, que ni un solo ser se atreva a salir, hace demasiado frío. Me percato de un movimiento, justo frente a mí. Un niño, pelirrojo de ojos verdes, mantiene su cabeza apoyada en el cristal, nos separa una gran distancia pero distingo sus pecas, repartidas por toda la cara con una distribución un tanto juguetona. Me quedo absorta mirándolo, quizá en cualquier otro momento no le habría prestado la atención que le presto ahora.
 Me transmite paz y alegría, todo lo que necesito. Un soplo de aire fresco. Veo en él la inocencia de un niño, pero a la vez la madurez inquieta de un adulto.


No ha dejado de mirarme desde ahí enfrente durante todo el tiempo que llevo aquí sentada.
Estúpida de mí, no me he dado cuenta de su presencia hasta ahora.
Me pregunto qué hará ahí. Y dudo que lo mismo que yo.
Lo saludo con la mano, esperando una respuesta, pero se limita a sonreír y a apartar la mirada.






Quizá se haya percatado de que intento darle un poco de sentido a mi vida.









Dann

miércoles, 25 de enero de 2012

Desenlazados

No dejan de resbalar por mis mejillas, una a una, lentamente, sin parar.
El corazón me late con más fuerza que nunca, de hecho me ahoga desde dentro. Corro y corro y apenas alcanzo a ver el final, no sé lo que acaba de ocurrir ahí dentro, no soy capaz de descifrarlo, supongo que es una pesadilla y rezo por abrir los ojos en cualquier momento y ver que es así.
Imaginé miles de veces situaciones como esta y sin embargo, no era yo la que lo sufría.
Pero acabo de darme de bruces contra la realidad, maldita realidad, sucia y despiadada que acaba por destrozar a todo aquel que la vive. Ingenua de mí, de ti, de nosotros.
De cada pequeño momento o instante que se ha esfumado, que ha desaparecido, que nunca más volverá.
Acabo por perder la esperanza de volver a verte, estoy demasiado cansada para luchar. La lluvia me da en la cara , ya no siento las piernas y mis zapatos están completamente mojados, han sido demasiados charcos salpicados.
Me siento como un barco a la deriva al que golpean una ola tras otra.
Freno en seco y tomo aire. Abro los brazos y sonrío a la vez que mis lágrimas se mezclan con las gotas de lluvia.
Así creo que quizá el dolor se aliviará o que conseguiré deshacerme de cada pequeña daga de recuerdos que ya no me sirven.






                                                                                              Dann

domingo, 22 de enero de 2012

Sentidos

A flor de piel, escapándose por todos y cada uno de los poros de mi cuerpo.
Siento tu respiración justo detrás de mi oreja, ahí, en mi nuca, agarrándome de las manos y balanceándose conmigo. En la planta de mis pies siento la arena, cada vez más fría, pero apenas me importa.
No veo nada y sin embargo tengo la sensación de que no lo necesito, el olor de la la venda que me has puesto en los ojos huele a ti, no entiendo qué quieres enseñarme, pero el simple hecho de ser algo desconocido, hace que me deje llevar sin importar el resultado.
Tu cuerpo roza el mío despacio, no dejo de preguntar dónde se supone que vamos, pero tú solo te ríes. Bonita forma de dar respuesta a mis preguntas.
No temo, sé que estoy contigo y que nada malo va a pasar... Estás ahí, justo donde yo quiero que estés.
Ahora ya no hay arena, ahora siento el agua fría y sé, por el olor, que estamos en el mar.
Poco a poco me destapas los ojos, yo solo puedo abrirlos lentamente, la luz me ciega, pero en el momento en el que consigo ser cociente de donde estoy, una sonrisa se dibuja en mi cara.
Te colocas justo en frente de mí, mirándome con esa mirada profunda que me hace perder la noción del tiempo y tu sonrisa burlona. Y me doy cuenta de lo realmente importante que eres y del gran papel que juegas en todo esto.

De que sin ti, las cosas no tendrían el significado que ahora tienen.















Dann

sábado, 21 de enero de 2012

Tabú

Hoy tengo ansia, ansia de volar, de alcanzar a ver todo aquello que es invisible para mis ojos, ser capaz de no mirar hacia atrás, de sentir el aire en mis mejillas, de notar ese cosquilleo en el estómago, que es molesto en cualquier momento, menos en este.
Ansia de acariciar con mi mano cada una de las nubes que un día miré desde abajo con añoranza, de reír sin preocuparme de la situación, de respirar y contener el aire dentro de mis pulmones y saber que es mío y que nadie me lo puede quitar, de dar vueltas y vueltas y no marearme.
Ansia de gritar que me siento bien, que soy feliz, que los pájaros me enseñen el camino que hay que seguir, ellos y solo ellos. Que me recorra el cuerpo desde la cabeza a los pies la sensación de vértigo, por no sentir que estoy pisando sobre firme.
Ansia de ver de cerca el principio de una tormenta y empaparme sin tener la más mínima necesidad de cubrirme. De sentir que no tengo dudas, que sé cómo seguir aunque esté completamente perdida.
Hoy tengo ansia, ansia de ser libre.
                                                                                             



                                                                                                                                          Dann

viernes, 20 de enero de 2012

Llega el momento decisivo

Y es ahora cuando me toca decidir a mí, tomar el control de mí misma, la única dueña de mis actos, ser capaz de afrontar y desafiar a la vida.
 Demostrarle que existo y que no voy a rendirme.
Susurrar a todo aquel que esté a mi alrededor que he vuelto y que jamás volveré a irme. Que pueden faltarme miles de cosas, todo, menos coraje.










                                                                                                   Dann