No dejan de resbalar por mis mejillas, una a una, lentamente, sin parar.
El corazón me late con más fuerza que nunca, de hecho me ahoga desde dentro. Corro y corro y apenas alcanzo a ver el final, no sé lo que acaba de ocurrir ahí dentro, no soy capaz de descifrarlo, supongo que es una pesadilla y rezo por abrir los ojos en cualquier momento y ver que es así.
Imaginé miles de veces situaciones como esta y sin embargo, no era yo la que lo sufría.
Pero acabo de darme de bruces contra la realidad, maldita realidad, sucia y despiadada que acaba por destrozar a todo aquel que la vive. Ingenua de mí, de ti, de nosotros.
De cada pequeño momento o instante que se ha esfumado, que ha desaparecido, que nunca más volverá.
Acabo por perder la esperanza de volver a verte, estoy demasiado cansada para luchar. La lluvia me da en la cara , ya no siento las piernas y mis zapatos están completamente mojados, han sido demasiados charcos salpicados.
Me siento como un barco a la deriva al que golpean una ola tras otra.
Freno en seco y tomo aire. Abro los brazos y sonrío a la vez que mis lágrimas se mezclan con las gotas de lluvia.
Así creo que quizá el dolor se aliviará o que conseguiré deshacerme de cada pequeña daga de recuerdos que ya no me sirven.
Dann
Lo tuyo es talento y lo demás es tontería.
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